Este es un resumen de la investigación del Centro de Estudios Internacionales Gilberto Bosques del 15 de mayo de 2019 “Desarrollos en inteligencia artificial y su impacto en el futuro del trabajo”
En el siglo XIX, la globalización experimentó un avance significativo con la revolución de la energía de vapor, transformando la producción mundial y reduciendo los costos de transporte. A finales del siglo XX, las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) dieron otro salto, disminuyendo los costos del movimiento de información e ideas. Ahora, nos dirigimos hacia un tercer salto determinado por grandes avances en la innovación tecnológica, lo que da lugar a la que algunos han llamado, la cuarta Revolución Industrial.
Klaus Schwab, Director Ejecutivo del Foro Económico Mundial, acuñó este concepto de la Industria 4.0, refiriéndose a innovaciones tecnológicas, especialmente la inteligencia artificial (IA). Esta tecnología ya es una realidad que está moldeando nuestro día a día. Según la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) en 2019, Estados Unidos lideraba con 152,981 patentes registradas en IA, seguido por China, Japón, Corea del Sur y Alemania. México, en el decimosexto lugar, tiene 2,539 patentes registradas.
La IA tiene numerosas definiciones, entre ellas, la capacidad de las máquinas para realizar tareas complejas que requieren inteligencia humana. El aprendizaje automático (machine learning) es clave, permitiendo que los sistemas tomen decisiones sin intervención humana continua . Este progreso se refleja en un crecimiento exponencial en patentes solicitadas en sectores como transporte, telecomunicaciones, ciencias médicas y dispositivos personales.
Los desarrollos en IA plantean desafíos económicos y sociales. La automatización, impulsada por la IA, puede desplazar empleos, pero también aumentar la productividad y la inversión económica. Un informe publicado en 2019 por PricewaterhouseCoopers (PwC) estima que la IA, robótica y automatización inteligente pueden contribuir con hasta 15 mil millones de dólares al PIB mundial para 2030, con un crecimiento anual promedio del 1.2% en productividad .
A nivel global, se anticipa un importante desplazamiento de empleos debido a la automatización. Según McKinsey Global Institute, el 30% de los empleos podrían ser automatizables hacia finales de 2020, aumentando al 44% hacia mediados de 2030. Este impacto varía por género y nivel educativo, generando preocupaciones sobre desigualdad.
Empresas líderes han adoptado IA en sus procesos comerciales. A pesar de las oportunidades, las inversiones en IA son modestas y enfrentan obstáculos como la falta de estrategias claras y habilidades adecuadas. Los ejecutivos consideran que la IA transformará sus empresas en los próximos tres años, pero el alto costo y la complejidad son desafíos clave.
El informe del McKinsey Global Institute advierte sobre la necesidad de nuevas habilidades laborales. Entre 400 y 800 millones de personas podrían ser desplazadas por la automatización hasta 2030. Países como China, Estados Unidos y Alemania enfrentarán desafíos significativos, pero también oportunidades de crecimiento.
La adopción de la IA plantea incertidumbres, pero también oportunidades. La capacidad de adaptación y la colaboración global serán fundamentales para aprovechar los beneficios de esta Cuarta Revolución Industrial.
Referencias:
Richard Baldwin, “La Gran Convergencia. Migración, tecnología y la nueva globalización”, Barcelona, Editorial Antoni Bosch, Pág. 11, 2017.
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Jonathan Shaw, op. cit.
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